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Dudas y desafíos que plantea la nueva movilidad

Dudas y desafíos que plantea la nueva movilidad

Con la “nueva realidad”, con una apertura casi total, el transporte público será clave para mover a los trabajadores. Los transportadores hacen un llamado de autocuidado y anuncian que buscarán ayudas del Gobierno.

Con la reapertura de la mayoría de sectores económicos, hoy se empieza formalmente la llamada “nueva realidad” en el país. Si bien se mantiene la recomendación de permanecer en casa lo más que se pueda, el fin de semana volvieron los trancones a las calles de Bogotá, como antes de la pandemia, lo que evidencia los desafíos que se vienen en materia de movilidad.

Como la meta es evitar que circulen a diario más de cuatro millones de personas por la ciudad, el Distrito diseñó un esquema de turnos, por horas y días, para los sectores y trabajadores. No obstante, con las altas cifras de desempleo y la cantidad de ciudadanos que retomarán labores, las aglomeraciones serán inevitables, de ahí que uno de los principales retos estará en el transporte público, donde chocarán la necesidad del servicios con la urgencia de evitar la propagación del COVID-19.

En este sentido, para garantizar tanto el empleo como la vida (que es la premisa de la “nueva normalidad”), una de las decisiones de la administración fue ampliar el aforo del sistema masivo del 35 % de ocupación al 50 %, incluso para buses del SITP provisional, que vienen trabajando con sobrecupo. El control en este punto será fundamental, si se quiere evitar un nuevo confinamiento, pues de lo contrario el transporte podría convertirse en el principal foco de propagación .

¿El fin de las horas pico?

De ahí que la nueva normalidad sugiera una modificación importante para el transporte público, en cuanto a las horas pico y valle, en que se divide su operación. Según Marco Tulio Gutiérrez, portavoz de los operadores del SITP, “estas franjas están llamadas a desaparecer”, pues la modificación de horarios en las empresas producirá un cambio de patrones en cuanto al uso del sistema. “Los trabajadores de construcción nos ocupan desde las 8:00 a.m., permitiendo que de 4:00 a.m. a 8:00 a.m. estén los empleados del sector manufactura. Los centros comerciales abrirán al mediodía y se espera que tengan horario nocturno. Todo esto cambiará la forma de usar el sistema”.

Según los representantes del gremio, en este escenario también serán importantes la educación y el autocuidado. Gutiérrez considera que el común denominador será que usuarios, empresas y trabajadores se eduquen y cumplan con las medidas para evitar contagios. Víctor Raúl Martínez, representante de uno de los concesionarios de TM, lo resume en una petición a los usuarios: “Que nos ayuden con las medidas de protección. Que eviten hablar dentro de los buses, siempre vayan con tapabocas y guarden las distancias”.

Por otro lado, ambos voceros coincidieron en que si bien este no es momento de hablar de compensaciones por las pérdidas, sin duda tendrá que darse la conversación sobre cómo se va a resarcir el déficit del sector transporte. “Operar un contrato para el 100 % de ocupación y andar con el 50 % es un desafío. Estamos pensando en una compensación, pero nunca en cesar la operación”, dice Gutiérrez.

Martínez, por su parte, ve con buenos ojos que se hagan empréstitos como el que recibirá Avianca. “Es bueno que el Gobierno apoye con esquemas de financiación a todo el sector, porque el transporte no se detiene y nosotros hemos tenido pérdidas significativas”. Sin embargo, la salida para esa controversia se tendrá que negociar.

“No necesariamente es devolver dinero, sino dar compensación, por ejemplo en cuanto a tiempos de entrega de nuevos buses. En su momento habrá que ponerle cabeza para ver cómo se disminuye el efecto de no recibir el dinero. Si hay ayudas para Avianca, hay para todos los transportadores; así que no se descarta”, concluyó Gutiérrez.

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